Localidad: Iglesia de Santa María

Edificio que tiene uno de los absides del siglo XII. De una sola nave rematada en ábside semicircular, con muros de piedra sillería de aparejo regular y cuidada factura. La cubierta es abovedada, de medio cañón y se estructura en tres tramos separados mediante arcos fajones doblados, excepto el triunfal. Los empujes se contrarrestan también mediante arcos de descarga que recorren los muros interiormente. Este hecho pone en relación al arquitecto de este templo con los que trabajan en Carcedo, Valdearnedo... A los pies se levanta la espadaña como prolongación del muro.
Una de las grandes virtudes de este templo es la amplitud, diafanidad, esbeltez de espacios y armonía de proporciones. La portada con sus arquivoltas de medio punto, se adosa al muro sur enmarcada por dos contrafuertes.
Un acusado codillo une el presbiterio con la capilla absidal y dos columnas entregas compartimentan esta última en tres paños cada uno con la correspondiente ventana.
La escultura es especialmente interesante en la portada, con decoración fundamentalmente vegetal.
Los canecillos del ábside y muro sur, treinta y nueve en total, tienen importantes lazos de parentesco con la escuela de la Bureba. Se trata de uno de los templos más interesantes de la escuela de la Bureba, desde el punto de vista arquitectónico.